Por Apolonio Marin.
El actual régimen que detenta el poder en Nicaragua es un ausente ante la solución de problemas que afectan globalmente al país. Su preocupación se centra únicamente en todo aquello que le permita continuar en el poder; así vemos cómo la formulación y ejecución de decretos y leyes versan sobre el logro en fomentar la permanencia del régimen dictatorial en el poder. Los fenómenos son comprendidos normalmente por aquellos que se adentran en el conocimiento de las ciencias. Pero la actual cúpula del Carmenterio está formada por la consorte del dictador, quien anteriormente se desempeñó en un medio noticioso, donde no era redactora, sino secretaria, y el otro un guerrillero asaltante de bancos, quien dice haber cursado bachillerato, lo que no pasa de ser un dicho, pues no hay documento que lo pruebe, y la razón afirma que no se puede ser al mismo tiempo guerrillero y estudiante.
