Pierre rousset entrevista a Sushovan Dhar activista.
Birmania (Myanmar) vivió, a partir de febrero de 2021, lo que tal vez fuera el movimiento de desobediencia civil no violenta más profundo y masivo de la historia moderna y contemporánea, en respuesta a la voluntad del ejército de conservar el monopolio del poder político-estatal que compartía con la Liga Nacional por la Democracia. Inmediatamente después del golpe de Estado, la mayoría de la población se negó a colaborar con la junta militar. Si la resistencia hubiera recibido en ese momento el apoyo internacional que merecía, el golpe de mano del ejército probablemente habría fracasado. Pero no fue el caso. Gracias a ese respiro, la junta pudo recuperar progresivamente la iniciativa, emprendiendo una represión feroz que a día de hoy se habrá cobrado la vida de más de 4.000 civiles. En la llanura central, el movimiento popular se ha visto forzado a organizar la resistencia armada (como ya ocurría en los Estados étnicos de la periferia montañosa [que forman parte de Birmania]) frente a una dictadura despiadada. El movimiento de desobediencia civil no fue infructuoso: puso de relieve ante todo el mundo el carácter ilegítimo del poder militar, impidiendo una normalización rápida del régimen en el ámbito diplomático. Se han establecido vínculos entre todas las regiones de la llanura central y bastantes Estados étnicos. La resistencia se consolidó y persiste. Sin embargo, la acción masiva no violenta no ha bastado para obligar al ejército a renunciar a la continuación de una política de terror contra la población. ¿La experiencia de India en la lucha por la independencia fue similar o diferente? Hemos formulado esta pregunta a Sushovan Dhar, activista politico y sindicalista.
Pierre Rousset: ¿Logró India la independencia, la liberación del yugo colonial británico en 1947, efectivamente gracias al movimiento de desobediencia civil encarnado por Gandhi?
Leer la entrevista publicada en la pagina viento sur
imagen: Gandhi durante la Marcha de la Sal marzo 1930