Por Lic.Vilma Perren.
El adultocentrismo refiere a la existencia de conductas, creencias y un modo asimétrico de vincularse entre las personas adultas y otros grupos etarios: infancias, adolescencias y personas mayores. Desde esta postura los adultos se instalan como modelo de referencia con respecto a la visión del mundo, ejerciendo el poder sobre miradas, deseos y necesidades de los grupos etarios arriba mencionados. Se ostenta de este modo un poder sobre ellos que deriva en un modo sutil (y a veces no tanto) de violencia en las relaciones, ya que se degradan, desconocen o invalidan dichas miradas, deseos y necesidades. Como ejemplo, vayan estas frases:
“Los niños no tienen problemas”
“… es que los viejos vuelven a ser como niños”
“ojalá tuviera yo los “problemas” que tenés vos con 15 años!, problemas son los de la vida adulta!”
“sos muy chico para entender eso”
“estás muy viejo/a para vestirte de ese modo”
“a tu edad ya no estás para comenzar esa actividad”
¿Nos suenan conocidas? ¿Las hemos escuchado? ¿Las hemos dicho?
Estas, y muchas otras, son frases que revelan cuán instalado está en nuestra cultura el adultocentrismo.
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(Imagen de Anemone123)