Hace 26 años, en Turquía, Pınar Selek fue detenida por sus investigaciones sobre la resistencia kurda. De acuerdo con la ética sociológica profesional, elle se negó a revelar la identidad de los entrevistados: fue detenida y torturada. En la cárcel se enteró de que la habían acusado de un «atentado» en el mercado de especias de Estambul —en realidad, fue una explosión accidental de gas. Pasó casi dos años en prisión. En 2006 fue absuelta por primera vez, pero la fiscalía apeló la decisión. El implacable poder judicial comenzó con una serie de juicios que siempre acaban en absolución por falta de pruebas, pero que son anulados, dando lugar a una nueva sentencia… A pesar de todo, Pınar Selek continuó investigando y escribiendo, así como participando en movimientos sociales, organizándose en grupos feministas y LGBT+, y dirigiendo importantes acciones antimilitaristas.