El discurso «I Have a Dream», ha sido catalogado como uno de los discursos políticos más trascendentales de la lucha pacífica en EE.UU. Hasta su asesinato, el 4 de abril de 1968, el reverendo Martin Luther King fue un incansable luchador contra el racismo y a favor de los derechos sociales de las minorías en Estados Unidos (EE.UU.), cuyos principios mantienen vivos millones de personas en el mundo.