Por Rafael de la Rubia.
En Viena un total de 65 países con numerosos otros como observadores y gran cantidad de organizaciones civiles, el jueves 24 de junio y durante tres días, se alinearon frente a la amenaza del uso de las armas atómicas y se comprometieron a trabajar por su eliminación lo antes posible. Esa es la síntesis de la primera conferencia del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPNW), que, con el rechazo de la OTAN y las nueve potencias atómicas, ha terminado el jueves pasado en la capital austríaca. Previo a la conferencia del TPNW se realizaron otras jornadas como la ICAN Nuclear Ban Forum – Vienna Hub, la Conferencia sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares y la Aktionsbündnis Für Frieden Aktive Neutralität Und Gewaltfreiheit. Fue una semana de fiesta del desarme, de la colaboración y de buscar el entendimiento en vez de la confrontación.