No cabe duda que el proyecto de humanización del mundo pasa necesariamente por la erradicación de la violencia. El hecho de que hoy la violencia aumente en vez de disminuir es un claro síntoma del fracaso de este sistema, en el intento de poner al ser humano como valor central. Y eso se da en todos los ámbitos, desde el personal hasta el internacional y no sólo en “situaciones excepcionales”, como nos quieren hacer creer los formadores de opinión asociados a los poderosos. En síntesis, si en una sociedad hay violencia generalizada es porque no se ha logrado salir de la prehistoria, no se ha logrado superar la visión zoológica de la vida humana. Por cierto, el querer eliminar la violencia con más violencia es un indicador más de la raíz zoológica del paradigma que nos rige.