El ocaso de las revoluciones, el surgimiento del espíritu de la no violencia

El ocaso de las revoluciones, el surgimiento del espíritu de la no violencia

El ocaso de las revoluciones, el surgimiento del espíritu de la no violencia

25 octubre 2019

Susana LUCERO
25/10/2019

Toda lucha, toda aspiración es la superación de condiciones opresoras. En todas las épocas hay tendencias positivas y negativas: no solo es querer ciertas cosas, sino también es no querer otras. Se suele llamar revolución a todo movimiento colectivo en que se emplea la lucha y la violencia contra un poder establecido, pero ese es un ejemplo muy impreciso, se necesita más definición. No todo proceso de violencia contra el poder público es revolución, ni es violento. Lo definiríamos como un cambio súbito y profundo que implica la ruptura del modelo anterior y el surgimiento de uno nuevo. En el que una parte de una sociedad se rebela contra lo establecido, contra sus gobernantes y los sustituye violentamente por otros, le llamaríamos en los pueblos americanos “convulsiones”; en cambio sí llamaríamos “revolución” al proceso inglés del siglo XVI, a las cuatro francesas del XVII y XIX, y en general al periodo comprendido entre 1750 y 1900 en Europa, al que Auguste Comte llamó etapa “revolucionaria”. La revolución no es la barricada, sino un estado del espíritu, y no se produce en cualquier tiempo sino que tiene su momento. Si estudiáramos los grandes ciclos históricos como el del ámbito heleno, romano o europeo, veríamos que en un momento se inicia toda una era “revolucionaria” que dura siglos y se acaba definitivamente, produciendo la mayor transformación en la historia humana desde los remotos tiempos, en que los hombres inventaron la escritura, la ciudad y el Estado. Leer el articulo publicado en el sitio Pressenza

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