¿Cuál es el ingrediente fundamental para una guerra?
Muchos podrían pensar en las armas, municiones o dinero… pero en realidad nada de todo esto es fundamental (aunque puede resultar útil). Lo realmente clave es la gente. Para iniciar una guerra, primero es necesario tener gente dispuesta a luchar en ella. Las armas requieren de alguien que las empuñe, los cazabombarderos necesitan un piloto y los gatillos necesitan un dedo para oprimirlos.
Así es, las guerras no se hacen solas.
Entonces, cuando alguien decide desencadenar una guerra, uno de los principales obstáculos es convencer a los ciudadanos para que la apoyen y luchen activamente. Esto sin duda representa uno de los desafíos más exigentes, ya que los intereses de quienes promueven las guerras no coinciden con los de las personas destinadas a librarlas.