No hay días ni noches, tampoco veranos o inviernos para los que generan guerras; lo importante es mostrar zonas oscuras donde las aves de rapiña vuelan sobre los cadáveres. Las imágenes que nos muestran son de devastación. Solo así, con miedo, los seres humanos se van a rendir y van a aceptar la esclavitud. No elijo escribir sobre la guerra con datos y estadísticas, sino lo que siento cuando veo seres humanos desvalidos, vulnerables, campamentos de refugiados, mujeres violadas, niños famélicos, enfermos, lastimados y llorando.
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(Imagen de Stefan Keller/Pixabay)