Robert BURROWES
28/04/2019
Siempre que, en circunstancias normales, se plantea el tema de la violencia, la mayoría de las personas levantan las manos horrorizadas y comentan que “está en nuestros genes”, “no se puede hacer nada al respecto” u otras palabras que reflejan la impotencia que la mayoría de la gente siente en torno a la violencia. Es cierto que la violencia es virtualmente ubicua, tiene una variedad casi infinita de manifestaciones y, en su forma más grotesca (como una guerra nuclear o una catástrofe climática fugaz), incluso amenaza con la extinción humana en el corto plazo. Sin embargo, cualquiera que preste atención al tema de la violencia en cualquier detalle pronto descubre que mucha gente está interesada en abordar este problema, incluso si es “imposible”. Además, por supuesto, al menos algunas personas reconocen que, si bien debemos abordar cada manifestación de violencia, es imprescindible comprender la causa de la violencia si queremos abordar con éxito sus múltiples manifestaciones en su origen. Sin embargo, hacer todo esto de manera efectiva es un esfuerzo de equipo. Y con suerte, algún día, este equipo nos incluirá a todos. Leer el articulo publicado en el sitio Pressenza