Por Josep Otón.
“En nuestra sociedad la compasión puede estar mal vista porque es asumida desde una perspectiva condescendiente que degrada a las personas vulnerables”.
El macaco, uno de los primates más extendidos del mundo, fascina por su sociabilidad y complejidad emocional. De cuerpo robusto y pelaje que varía entre el color marrón, gris y negro, sus patas y brazos de la misma longitud le permiten desplazarse cómodamente en tierra donde pasa la mayor parte del tiempo, pero también trepar a los árboles en busca de tranquilidad, refugio o dar rienda suelta al sueño de casi diecisiete horas al día. Habita desde los bosques tropicales de Asia hasta las regiones más áridas de Pakistán y Afganistán o las zonas templadas de Japón, China, Marruecos y Nepal. Algunos incluso viven en pueblos y ciudades.
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Imagen: Josep Otón