Por Ester Massó Guijarro.
os conflictos bélicos crecientes asociados a la globalización constituyen un problema de máxima relevancia en África. Junto a las consecuencias directas de las descolonizaciones mal hechas, nuevas y viejas formas de contienda convierten muchos lugares del continente en escenarios recurrentes de guerras y masacres, palabras estas además que suelen ocupar los noticiarios habituales y que contribuyen, una vez más, al nefasto estereotipo del Africa intrínsecamente problemática y violenta, atrasadamente no moderna, inexplicablemente “primitiva”. Esta reflexión propone, desmarcándose de lo anterior y partiendo como marco teórico de los estudios sobre la paz, traer a colación experiencias africanas que muestren su gran dinamismo en, precisamente, lo opuesto a las diversas formas de violencia: el amplio y necesario campo de la resolución de conflictos, del restañamiento de profundas heridas sociales y humanas a través de la no violencia.