Por Cristina SÁNCHEZ-ANDRADE.
En el interesante museo de la Mujer de Aarhus (Dinamarca) me encuentro con una pequeña exposición dedicada a la escritora sueca Astrid Lindgren, a la que conocemos sobre todo por ser la autora de Pipi Calzaslargas. En uno de los paneles se hace referencia a su discurso de aceptación del Premio de la Paz que, en 1978, le otorgó la asociación de editores y libreros alemanes. En el mismo reflexionaba sobre un tema que nunca dejará de tener actualidad: por qué tanta gente busca el poder o la venganza y quiere la violencia.
Leer el articulo publicado en el sitio La voz de Galicia
Credito foto: AMMAR AWAD | REUTERS