Por Vijay Prashad para Tricontinental
Img: reintrepretación de “El Guernica” por Raquel P.
Mientras Estados Unidos iniciaba su guerra ilegal contra Irak en 2003, el presidente de Cuba, Fidel Castro, hablaba en Buenos Aires, Argentina. “Nuestro país no lanza bombas contra otros pueblos, ni manda miles de aviones a bombardear ciudades (…) Las decenas de miles de científicos y médicos con que cuenta nuestro país han sido educados en la idea de salvar vidas», dijo en esa oportunidad. Cuba tenía un ejército, sí, pero no un ejército de guerra; Castro lo llamaba «un ejército de delantales blancos». Más recientemente, la Brigada Henry Reeve de médicas y médicos cubanos ha trabajado desinteresadamente en todo el mundo para ayudar a detener el avance de la pandemia de COVID-19. Castro nos recuerda que hay dos formas de vivir en este mundo. Podemos vivir en un mundo lleno de armas y sumido en la intimidación, un mundo que se prepara continuamente para el combate. O podemos vivir en un mundo en que todas las personas puedan desempeñarse en la educación y la medicina, la ciencia y el trabajo social, las artes y la cultura. Podemos depositar nuestra confianza en personas que nos ayuden a crear un mundo mejor que el actual, este miserable mundo de guerras y lucro, en el que la maldad amenaza con aplastarnos.