El tabú: fin del anacronismo colonial eurocéntrico de “Israel”.
Desde la gratitud y la esperanza que inspira la aldea mundana al tomar las calles ante su dolencia por la tragedia que hoy vive otro pueblo. ¡Cuanto orgullo!, un júbilo este amparo de primate humano. Con profundo respeto, reconocimiento, agradecimiento, esperanza, humildad y responsabilidad, me dirijo a todos y todas las dolientes del mundo por la tragedia que vive el pueblo nativo Palestino.