El pasado 7 de octubre comenzó una escalada de violencia con un ataque sin precedentes de Hamás contra Israel que conllevó el asesinato de 1.400 personas y el secuestro de otras 200 aproximadamente. Por su parte, Israel ha respondido bombardeando la franja de Gaza, confinando y asediando a su población, negándole el acceso a derechos básicos como agua, energía o alimentación y ordenando la evacuación de los habitantes del norte de Gaza.
En los últimos días han sido bombardeadas casas -al día de hoy según la ONU se han destruido el 25% de los edificios-, carreteras y centros sanitarios, hay miles de personas asesinadas, entre ellas, más de mil niñas y niños, y un millón de personas, la mayoría niñas, niños y mujeres, han tenido que volver a desplazarse forzosamente. Tenemos que recordar que atacar deliberadamente a civiles, suprimir el suministro de agua, energía y alimentos y llevar a cabo ataques desproporcionados e indiscriminados que causen la muerte o hieran a civiles son crímenes de guerra. Desde el Movimiento por la Paz -MPDL- repudiamos y condenamos contundentemente y sin paliativos los ataques de Hamás contra la población israelí, así como el ataque de Israel contra la población de Gaza, completamente desproporcionado y que en ningún caso se puede justificar como derecho de defensa.