La Comunidad para el Desarrollo Humano publicó una declaración el pasado 2 de octubre, con motivo del Día Mundial de la No-violencia, que reproducimos.
Manifestamos nuestro derecho a reafirmar al ser humano como el máximo valor y la preocupación central.
Recordamos la necesidad de respetar la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Declaramos que la guerra es un desastre para la gente en todo el mundo.
Defendemos el Derecho de la gente a no participar, ni a colaborar, con la guerra.
El derecho de la gente a no matar, ni a morir. El derecho de la gente a vivir en Paz. A la gente, no se la mata.
Hacemos Denuncia Pública de que quien está detrás de la guerra, son los grandes intereses económicos. Son ellos quienes se esconden detrás de unos dirigentes corruptos e incapaces con sus engañosas palabras.
Exigimos acatar las Resoluciones y Recomendaciones de las Naciones Unidas.
Exigimos la retirada inmediata de los territorios invadidos.
Exigimos desmantelar los arsenales nucleares.
Exigimos un control y un desarme progresivo.
Exigimos hacer funcionar la Ley y la Justicia, no entorpecerla.
En el orden doméstico, cumplir lo que se predica saliendo de la retórica hipócrita que envenena a las nuevas generaciones.
En el orden personal, dar coherencia a nuestras vidas y tratar a los demás como queremos ser tratados.
Hacemos un llamamiento público a presionar en todo lugar y en todo momento a los que deciden. A difundir los ideales de la Paz y la metodología de la No-violencia activa, a hacer vacío, a no colaborar, con la violencia. Ha llegado el momento de hacer un llamamiento a la necesaria unión de todos los humanistas del mundo. Ha llegado el momento de parar como cada uno pueda, este desastre. Hay que preparar, entre todos y para todos, el camino de los nuevos tiempos.