Sasha VOLKOFF
23/05/2020
En los años 20 del siglo pasado, se comenzó a especular con la posibilidad de que los robots se hicieran cargo de algunos trabajos desempeñados por personas; era una evolución lógica, ya que la historia del ser humano es también la historia del desarrollo de herramientas mecánicas que han permitido cada vez producir más y mejor, y al mismo tiempo dedicar al ser humano a labores más elevadas. Desde las primitivas herramientas de piedra del paleolítico, pasando por el dominio del metal y llegando a la máquina de vapor. Ya en el siglo XX, la irrupción de las computadoras ha completado el círculo. Hoy día tenemos máquinas para casi todo, y cada vez más “inteligentes” (dejamos para otro momento el debate sobre la “inteligencia” de las máquinas), y casi no hay trabajo en el que no se use una máquina, desde un sencillo arado hasta un sofisticado teléfono móvil. Leer el articulo publicado en el sitio Pressenza