Sarah Wilkinson: cuando la palabra y el activismo noviolento es delito y cómo las leyes antiterroristas lo silencian

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Sarah Wilkinson: cuando la palabra y el activismo noviolento es delito y cómo las leyes antiterroristas lo silencian

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Sarah Wilkinson: cuando la palabra y el activismo noviolento es delito y cómo las leyes antiterroristas lo silencian

14 diciembre 2025

Por Ángel Sanz Montes,

Cuando protestar se confunde con terrorismo porque en el Reino Unido, una mujer de 62 años (una abuela despierta y activista) está siendo juzgada por “apoyo al terrorismo”. Su delito: hablar de Gaza, denunciar bombardeos, participar en una flotilla civil, publicar en redes. Sarah Wilkinson no puso bombas ni alentó violencia; usó palabras. Y eso, en la democracia británica, empieza a ser suficiente para terminar ante un juez. Su caso no es un accidente: es una señal. Y no solo para el Reino Unido. Es más, se diría que algo grave está ocurriendo cuando un Estado teme más a una abuela con un teléfono y una conciencia que a cualquier célula clandestina. La solidaridad se vuelve sospecha y la compasión, delito. Lo que se procesa hoy en Londres no es solo a una activista: es una idea de libertad que creíamos segura. Y lo que ocurre en el Reino Unido está cruzando fronteras. En España recordemos aún tenemos la “Ley mordaza” en vigor y otras anteriores de los tiempos de ETA. Mañana pueden ser usadas contra lo que sea…

Leer el articulo publicado en Pressenza
Cuando la protesta se convierte en sospecha: en Reino Unido, mostrar solidaridad o denunciar crímenes de guerra puede bastar para ser tratado como amenaza. (Imagen de ChatGPT Image)

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