Por Pedro Pozas Terrados.
¿Qué significa una reunión de los miembros de la OTAN en pleno conflicto bélico entre Ucrania y Rusia? ¿Qué se busca ante este despliegue jamás visto lleno de voces belicosas? ¿Qué les ocurre a los estados que aumentan sus presupuestos en armamento en detrimento de la población civil? ¿Por qué no está representadas naciones unidas en esta cumbre de Madrid? ¿Qué mensaje quieren mostrar al mundo con este despliegue que paralizará la capital de un país? ¿Qué intenciones y propuestas se van a tratar a puerta cerrada? Son numerosas las preguntas que están sin respuesta. Al ciudadano se le oculta decisiones que después repercutirá en su estado de bienestar como ya está ocurriendo. Los políticos una vez más se hacen acreedores de la verdad absoluta y actuarán según sus intereses geopolíticos, no según los intereses de los ciudadanos del mundo y de la paz.
Más de seis mil funcionarios de 50 delegaciones de países serán los que lleguen a la cumbre en la capital de España con sus respectivos Jefes de Estado, un desplazamiento abusivo que originará grandes atascos en la ciudad dificultando el movimiento libre del ciudadano, declarando la cumbre de riesgo y tomándose medidas de seguridad excepcionales. Un gasto económico total inmenso que será pagado por todos los ciudadanos. Son treinta países los que componen la Organización del Tratado Atlántico del Norte. Ya parece que solo tenemos un problema, una guerra entre dos países que podría haberse evitado con voluntad política y diplomacia, una guerra que ha llevado a los ciudadanos europeos a ser más pobres al limitar la energía y como consecuencia, a que se incremente la hambruna en el mundo. ¿No podría haberse solucionado de otra forma? ¿Para qué se les paga a los diplomáticos? Un error más como el realizado contra Irak. La historia se repite por medio de intereses egoístas con consecuencias aún imprevisibles. ¿Por qué en lugar de la cumbre de la OTAN no se ha celebrado la Cumbre de la Paz?