La situación social y política actual generalizada en gran parte de los países no corresponde a la dignidad del ser humano. La muerte, las guerras, la destrucción está muy generalizada y es injustificable. Gran parte de líderes políticos de niveles varios no dan importancia a la vida y dignidad de las personas. Priman cuestiones geoestratégicas de poder sin tener en cuenta el valor de la vida, la solidaridad, la cooperación y el diálogo en las relaciones entre estados. Las mismas cifras oficiales de los países nos hablan de miles de millones de euros dedicados a la fabricación y comercio de armamento, el entrenamiento de fuerzas militares para que aprendan a matar y destruir, organizar tácticas y estrategias para buscar la paz haciendo la guerra (tres billones de dólares en el año 2022). Las cifras y cantidades de soldados son tan enormes que nos perdemos contando los ceros y no alcanzamos a distinguir su significado. Así es como aceptamos lo que deciden los grandes poderes.
